Para quien mira sin ver, u oye sin escuchar, la solidaridad entre vecinos es sólo un hecho fortuito más. Para nosotros, es la columna vertebral de la unión vecinal.
Con la convicción de que “hoy es por ti y mañana por mí”, porque siempre necesitamos a otros para resolver nuestras necesidades; con la fuerza de la acción solidaria que todo lo da sin pedir nada a cambio; con la certeza de que la comunidad necesita espacios para la recreación y el encuentro; la Comisión de Veteranos del Club Deportivo El Sapito realizó un festival folclórico solidario en beneficio de Belén Delgado, una niña que sufrió un accidente.
El festejo se desarrolló en la cancha de Fútbol 5, cercada por paredones que la empresa constructora LINK, en convenio con la gestión municipal anterior, y a la sombra de la (in)acción de la actual, le quiere dejar al barrio a cambio del gran negocio inmobiliario “Las Higueritas Barrio Boutique” montado sobre la cancha de fútbol 11 del Club Deportivo El Sapito.
Desde las 16 hasta pasadas las 22, no paró la música ni el baile, mientras que los encargados de la comida no permitían que las brasas se apaguen, empujándonos al precipicio de esta duda existencial: no sabemos si la luz provenía de los carbones o de quienes hicieron posible esta velada pensando en Belén y la organización vecinal. Era un mar de fueguitos, con luz propia, esparcidos sobre ese pequeño espacio donde se cocina la vida, fuegos que hacían parpadear batallándole al frío invernal a falta de gas natural.
Atahualpa tenía razón: “para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás”. Por eso quienes nos gobiernan se olvidan de la gente, de sus historias, sus sueños, y aprueban el avance privado sobre los espacios de uso público sin lugar a enmienda, con el culo tras sus escritorios, la mano en sus billeteras, y las escrituras de sus viviendas. Estos, son los fuegos bobos, que no encienden ni queman.
Cuando quieran aprender sobre amor al prójimo y acerca de cultura, no busque sus significados en diccionarios, no apele a postulados filosóficos redactados desde claustros, y no se regocije mirándose al espejo: venga a la Diagonal Norte, que los vecinos lo esperamos defendiendo El Sapito.
