El 21 de julio del 2009 nevó, y el invierno nos heló el alma. Un femicidio más, pero aquella vez, fue una compañera del riñón. A Fernanda Toledo la mató Gustavo Calderón, que la creía suya. A Fernanda Toledo, la mató el juez Uliarte, de la 2ª cámara del crimen, que impartió injusticia con su misoginia. A Fernanda Toledo la mataron los policías de la comisaría, que ningunearon sus golpes y su dolor. A Fernana Toledo la mataron, pero no murió. Que se enteren: la cooperativa que lleva su nombre, las mujeres hermanadas, las miles que florecimos, no vamos a permitir que los niños de la Fer convivan con su asesino, cuando él recupere su injusta libertad.
21 julio, 2016
,
Fernanda, siempre primavera
Relacionadas
30 julio, 2019
Poderoso día de la Niñez en Las Heras
10 mayo, 2019
Ollas populares al frente
25 abril, 2019