El domingo pasado, en la Vía Diagonal Norte, más de 80 personas abrigadas hasta el último centímetro de humanidad, encendimos los motores tempranito, y superamos las barreras del frío, para desembarcar en el Parque Guillermina.
Aprovechamos las vacaciones de invierno para contar historias, jugar a la búsqueda del tesoro, al bingo, y, por supuesto, al fútbol popular. A la hora de la comida, almorzamos a la canasta: cada uno llevó lo que tenía y podía, para que entre todos armemos un banquete popular.
Nuestro barrio es tan grande que, en el día a día, entre el trabajo, el estudio, y las tareas domésticas, no tenemos oportunidad de encontrarnos a tomar mates y compartir entre quienes vivimos más alejados. Entonces, ésta fue la mejor excusa para compartir: una idea impulsada desde nuestra asamblea barrial, desde donde pensamos el barrio que queremos y qué hacer para que eso suceda.
