22 julio, 2016
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«Trabajar en la calle no es delito»

* Por la Asociación de Trabajadores Ambulantes y Vendedores Independientes – Movimiento de Trabajadores Excluidos (ATAVI – MTE)

 

Nosotros, los ambulantes, nos encontramos en una situación crítica. La causa son los violentos desalojos que ya comenzamos a sufrir, y que sólo pueden significar una cosa: hambre para nuestras familias.

 

 

¿Ustedes creen que es mejor para nosotros trabajar dos veces por semana, que los seis días a los que estamos acostumbrados? Nosotros no: la gran mayoría apenas tiene el capital suficiente para afrontar los fletes con los que transportamos nuestra mercadería a las ferias. Llevarnos a predios designados y pagar seis meses de alquiler no termina con la pobreza: sólo genera más exclusión.

 

El municipio debe formalizar nuestro trabajo. la excusa de que no pagamos impuestos municipales se torna falaz, cuando la verdad asoma: no nos los quieren cobrar. Entonces, es muy sencillo: quieren quitarnos la dignidad impidiéndonos trabajar. Y el video lo demuestra: en los recientes desalojos, la Policía maltrató a compañeros y les quitó sus elementos de trabajo.

 

El gobierno justifica la erradicación, al asegurar que somos ilegales y que no tenemos derechos. Pero la realidad es que somos trabajadores y que no vamos a dejarnos correr. Estamos dispuestos a luchar hasta el final para ganarnos el pan con el que alimentar a nuestros hijos. Al intendente de San Salvador, «Chuli» Jorge, y al Secretario de Gobierno, Gastón Millón, les decimos que no se erradica la pobreza erradicando a los pobres: ¡Dejen de gobernar para sus amigos empresarios y piensen un poco más en la gente!

 

¿Por qué lo decimos? Porque ellos saben muy bien que están en el poder gracias al voto de los pobres. Todavía resuenan por aquí las promesas de campaña: «No le vamos a quitar el trabajo a nadie», decían. ¿Qué les pasó, entonces? ¿Cambiaron de opinión? ¿O siguen el camino del presidente, Mauricio Macri, que prometió una cosa y terminó haciendo todo lo contrario?

 

 

A este gobierno empresarial lo único que le interesa es llevar adelante una política de hambre para el pueblo. Como si no fueran suficientes los tarifazos, la inflación y el aumento del transporte, ahora pretenden dejarnos sin nuestras fuentes de trabajo. 
Sin embargo, estamos dispuestos a resistir, pues la necesidad de nuestros hijos está por encima de sus intereses empresariales y políticos: tenemos el poder y la fuerza para demostrar que el único cambio que vamos a aceptar es el cambio social. Nosotros seguimos el mensaje del Papa Francisco: por ningún campesino sin tierra, por ninguna familia sin techo y por ningún trabajador sin derechos. 

 

Al gobierno empresario de Jujuy, le decimos, bien clarito: ¡Trabajar en la calle no es delito!

 

 

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