Por la asamblea poderosa del Barrio San José Obrero, Chaco.
Nosotras y nosotros vamos a estar, Eli. Vamos a ser esa Garganta Poderosa que necesita abrirse después de un año de bozal impuesto por abogadas, cómplices, fiscales y jueces. Vamos a gritar con vos para que todo el mundo se entere que Ireneo Raúl Sebastiani, el 25 de agosto de 2015, te ultrajó brutalmente, denigró tu calidad de persona agravada por tu condición de mujer, sometida y golpeada contra tu voluntad, privada de la libertad, amenazada y violentada psicológicamente.
Estamos con vos. No vamos a hacer lo mismo que tu ex abogada, Patricia Fernández Longoni, que te colocó en una situación de vulnerabilidad al dejarte al margen de la investigación fiscal preparatoria, sin darte la posibilidad de aportar datos y pruebas en contra del imputado.
No te vamos a soltar la mano. Porque repudiamos que la “Justicia” chaqueña haya caratulado la causa como “lesiones leves”, cuando nunca te dieron la posibilidad de que te examinen como debió haber sido, para que no te dé vergüenza mostrar tu cuerpo violentado a un agente masculino de la policía provincial. No te soltamos, porque sabemos que ese botón antipánico no es garantía frente a los hechos de violencia y tormentos de los cuales fuiste víctima. Y porque es necesario poner de manifiesto que a pesar de tener una vasta legislación en materia de género, el Poder Judicial se convierte en cómplice cuando el imputado detenta poder económico y social.
La Justicia es cómplice porque la Fiscalía Nº 1 y el Juzgado Correccional Nº 2 centraron la investigación en la tenencia de las armas de guerra que encontraron en la casa de tu agresor, en vez de profundizar en la violencia machista ejercida por Sebastiani, para que esa brutal agresión no quede impune.
Te creemos, sin ninguna duda. Porque vemos diariamente las secuelas de la brutal golpiza que te dio Raúl Sebastiani, aunque parte de la sociedad pretenda borrar lo que te hizo. Al agresor se lo esconde, a los golpes se los maquillan y a las secuelas que te quedaron en los riñones se las disfrazan con “enfermedades preexistentes”.
Queremos ponerle el rostro a los violentos, porque estamos convencidas y convencidos de que cada vez que nos callamos, se vuelve presente cada golpe que te dio Raúl Sebastiani y vuelven a violentarnos.
Y hoy, en el día del cumpleaños de tu agresor, deseamos que tenga una condena y que la cumpla, el infeliz.
Te abrazamos, Eli.
Y gritamos junto a vos.