Las autoridades de la Unidad Penal N° 1 de Corrientes impiden el festejo del día de las niñas y los niños que se realiza desde hace varios años en el lugar, de la mano de la Red de Derechos Humanos y el Colectivo Solidario Yahá Porá. Luchando contra la violencia y la estigmatización, este grupo ha logrado su pequeña revolución: llenar de colores, payasos, golosinas, títeres y alegría los espacios ocupados por celdas frías. Cada año cambiaron desesperanza por expectativas y aislamiento por compañía, construyendo un camino hacia la integración y la familia.
Durante meses, el festejo de la niñez es preparado por los papás. Ese día, las familias se encuentran de un modo especial y ellos agasajan a sus hijos e hijas con juguetes y actividades que se planifican con anterioridad, mucha dedicación y empeño. Este acontecimiento es fundamental para los que dicen ser los objetivos del Sistema Penal: revincular a la persona detenida con su familia.
En esta oportunidad, y siguiendo las recomendaciones de las autoridades de la Jefatura del Servicio Penitenciario, solicitaron a la Dirección del Penal la autorización para realizar la fiesta el 18 de septiembre, con el objetivo de que no se superponga con otras actividades de la institución.
La Dirección respondió, en un claro intento de evitar la propuesta, que únicamente podía realizarse un día hábil, que es más o menos lo mismo que anular la fiesta, ya que madres y padres trabajan toda la semana, y chicos y chicas van a la escuela. La decisión se suma a otras que desde hace varios meses impactan negativamente en el ánimo tanto de las personas privadas de su libertad, como en sus familias y en las personas e instituciones que
apoyan solidariamente acciones de capacitación y formación en técnicas de artesanato, culturales y de esparcimiento.
Pese a que el trabajo del Colectivo Solidario Yahá Porá promueve desde hace nueve años iniciativas de trabajo que se ajustan a las normativas vigentes, el trato recibido coloca a las personas involucradas más cerca del castigo que del reconocimiento del aporte solidario. El festejo además reúne voluntades y acompañamiento de diversos sectores, que siempre acercan su mano solidaria en donaciones, juguetes, alimentos para la merienda o con su trabajo voluntario como animadores. Este año, esas donaciones serán entregadas en las visitas ordinarias, y también alcanzarán a niñas y niños de comedores comunitarios.
Pero qué le vamos a hablar de amor al Sistema Penitenciario, si donde nosotros vemos personas, ellos ven reos encarcelados, donde nosotros vemos derechos, ellos ven violencia en los hechos. Cuando gritamos por Derechos Humanos, ellos piden por los derechos y humanos.
Por eso, esta garganta poderosa grita fuerte y claro: ¡Basta de palos en la rueda y de derechos vulnerados!