19 diciembre, 2016
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Un Encuentro, para seguir encontrándonos

Bajo un radiante y abrasador calor de casi 40 grados, el sábado pasado nos encontramos en el merendero “La Sonrisa” del barrio Papa Francisco, ubicado en el extremo norte de la Capital, los vecinos organizados de distintos barrios y asentamientos -El Magisterio, La Quebrada y el Papa Francisco-. Fueron más de 4 horas de intercambio de experiencias y generación de herramientas para enriquecer las acciones a llevar adelante por los distintos territorios bajo los ejes de Trabajo, Tierra y Vivienda y Organización Comunitaria, en las organizaciones  de base Somos Tierra, Cachalahueca, Abogados Populares, el Movimiento Popular la Dignidad y La Poderosa.

 

 

 
El encuentro comenzó con una ronda en la cual nos presentamos las más de 30 personas presentes, contando nuestra procedencia y algunas palabras sobre el por qué y el para qué de realizar este encuentro, y de nuestras expectativas sobre las próximas horas.

 

Terminadas las presentaciones, nos dividimos en grupos y pasamos a trabajar la imaginación y los deseos, preguntándonos cómo sería para nosotros el mundo si tuviese que empezar de cero. La puesta en común tuvo coincidencias y sorpresas: se habló de un comenzar por el cuidado de la tierra y la alimentación, de la importancia del trabajo colectivo y de los males del individualismo, de cómo el poder genera división, verticalidad y dominación, del lugar de la mujer en ese nuevo mundo, y de evitar la desigualdad. Pero también se habló mucho del amor, de la necesidad de escucharnos, del respeto, de la importancia del silencio y la conversación, y de que un nuevo mundo necesitaría, sobre todo, otra forma de construir nuestras relaciones, en todos los planos, no sólo en los económicos y sociales, sino también en los afectivos y espirituales.
 

Con cuatro afiches llenos de ideas, hicimos una reflexión colectiva donde pensamos cómo avanzar en formas de organización comunitaria para resolver los problemas pendientes, pudiendo identificar los errores del pasado, los pasos en falso y las acciones que nos acerquen cada vez más a la autonomía, la horizontalidad y a otras formas de organización en pos de ese nuevo mundo imaginado.

 

Cuando el sol finalmente fue aflojando y apareció una mínima brisa fresca nos animamos a prender un fuego para finalizar con unos tremendos choris y mucha guitarreada.

 

Pero antes de eso, entre las últimas charlas y el bailongo, nos prometimos empezar a pensar ya en un tercer encuentro, en lo enriquecedor e importante de conocernos entre los mismos barrios, y con las agrupaciones y cooperativas, de lo compartido, de las ganas de seguir luchando para mejorar nuestras vidas, y de que a pesar de que nos destruyan y opriman los de arriba, ¡los de abajo seguiremos construyendo!