La noche del pasado 24 de septiembre, Maximiliano y Kevin salieron a buscar una cena previamente encargada, con intención de disfrutar de una noche familiar. Sin embargo, esa situación en apariencia sencilla, estaba a punto de ser saboteada por la Policía de Villa Nueva que iba a atentar contra los dos pibes y su familia…
Paralelamente, tres hombres robaban un celular y dinero, en un almacén cercano a donde se encontraban Maxi y Kevin. Un testigo informó que vio huir a los ladrones en una moto sin patente.
Sin pruebas contundentes, solo por tener una campera y una moto similar, pero con dominio, detuvieron a Maxi y Kevin. Al momento de la requisa no encontraron ni las armas, ni el dinero, ni el celular: solo los $260 que gastarían en la cena.
Recién a los cuatro días de arresto les informaron la razón por la cual se encontraban detenidos y los trasladaron al Servicio Penitenciario Nº5 de Villa María. El reconocimiento realizado por parte de los testigos fue negativo. Sin embargo, todavía se encuentran allí.
Jesica, hermana de Kevin y esposa de Maxi, estaba embarazada de 7 meses en ese momento, con sueños e ilusiones por delante. Hoy es una mamá con muchas ganas de gritar por la inocencia de su pareja y su hermano, el mal procedimiento de la policía local, y lo injusto de su accionar. Nunca deja de expresarle al Fiscal del caso que tienen pruebas contundentes para apelar por su inocencia.
El 17 de enero amigos y familiares de Maxi y Kevin se autoconvocaron en la Plaza Centenario de la ciudad, con el fin de hacer visible este caso, pidiendo verdadera justicia por las víctimas de un procedimiento tan violento como absurdo. Mañana 20 de enero volverán a reunirse en la ciudad vecina, Villa Nueva, con el mismo fin, para sumar cada vez más gargantas, exigiendo libertad.
