Paulina Lebbos tenía 23 años y desapareció la madrugada del domingo 26 de febrero de 2006. Esa fue la última vez que se la vio con vida. Aquella noche salió con amigos a bailar a la zona del Abasto, estaba de festejos porque el día anterior había aprobado una materia. Madre de una niña de 5 años y estudiante de Comunicación en la Facultad de Filosofía y Letras.
El 11 de marzo del mismo año su cuerpo fue encontrado sin vida, en la ruta 341 a la altura de Tapia, a 30 kilómetros de la ciudad capitalina.
Hoy, luego de 11 años en busca de justicia, su padre Alberto sigue en la lucha y organizó junto a Los Familiares de Víctimas de la Impunidad de Tucumán, una jornada por Paulina, y de visibilización de las causas impunes en Tucumán.
11 años después, estamos en la plaza, y hablamos con él.
«Quiero resaltar el agradecimiento a La Poderosa, que durante todos estos años siempre han estado atentos a la causa de Paulina y no solo por ella sino atentos y muy solidarios con todas las causas populares. Lamentablemente la causa de Paulina sufrió una parálisis por este sistema judicial perverso. Ya hay un pedido de elevación a juicio oral a los acusados del encubrimiento del homicidio de mi hija. Pero hay una serie de recusaciones e inhibiciones por parte de los jueces que van dilatando la conformación del jurado, entonces por esto se va extendiendo el tiempo. Nuestro reclamo es que pare esta situación, porque corre peligro de que se prescriba la causa y que quede impune el homicidio de Paulina y los encubridores libres, como pasa con el 85% de las causas penales en Tucumán», nos contó Alberto Lebbos.
Como aquella noche del 2012, cuando Alberto nos visitó en la Vía Diagonal Norte e hicimos una ronda en la calle a la luz de los faroles de algunas motos, a falta de alumbrado público, el próximo martes lo volveremos a tener cerquita, visitándonos, para patearle la pelota al machismo y al Estado Patriarcal, porque ninguna mujer nació para ser asesinada: se viene el “Campeonato de Fútbol Paulina Lebbos”.