días su familia la busco desesperadamente pero la policía se negó a ayudar: la Fuerza no tomó la denuncia porque «seguro está con algún noviecito» o porque «tendrían que haberla cuidado mejor».
¿Quién mató a Romina?
A esa pregunta tenemos la respuesta: Pedro Ortiz, recién graduado de la policía, la asesinó. En septiembre del 2016, cuando empezó el juicio, el acusado confesó haberle disparado con su arma reglamentaria y arrojado su cuerpo a un descampado, tras lo que viajó a su pueblo natal a visitar a su hijo y esposa, y regresó a primera hora de la mañana a trabajar. Al salir del trabajo, como si nada hubiese pasado, volvió al baldío donde se encontraba el cuerpo de Romina aún con vida, roció su cuerpo con alcohol y lo encendió fuego.
¿Escalofriante? “Era un hombre de familia”, dijeron los medios de comunicación, tratando de proteger al agresor.
El 14 de octubre del año pasado se leyó la sentencia y para la justicia no fue un accidente.
¿Hasta cuándo, las mujeres, vamos a soportar esto?
A esta pregunta, no tenemos respuestas. Pero de algo estamos seguras: No nos vamos a conformar, vamos a seguir firmes y empoderadas para luchar por nuestros derechos, en contra de este estado patriarcal que
nos oprime.