27 mayo, 2017
,

Crónica de una locreada anunciada

 

 

Aun no asomaba ni se veía el horizonte, cuando se sintió una voz algo dormilona pero esperanzadora: “Venimos a hacer lo más importante”. Sabíamos que sin esos tres vecinos despiertos a las 5 de la madrugada, todo se iba a tardar. Empezaron a encender el fuego. Esa práctica tan histórica pero tan elemental para hacer una ollita de locro como tantos otros 25 de mayo. Al tiempo que untaron de cenizas la olla de la asamblea y otra que nos prestó una vecina.

 

Para las 6.00am, el aguas ya hervía y el maíz no se hizo esperar. Doña Daniela, “la Dani”, se puso la 10 y prometió darle vida al tan esperado locro. Junto con más de 30 (mil) vecinos, fueron los responsables de que 120 panzas estén llenas y contentas.

 

Bizcochos y termo en mano, fueron llegando quienes estaban encargados de ponerle color al pasillo del 15, donde se iba a realizar el comilón. Promediaban las 9 de la matina. 

 

Banderines, escarapelas, globos y cadenas de papel creppé hicieron que ese largo pasillo gris, tomara el color. De a poco, todos los vecinos íbamos colaborando para hacer que esa fria mañana sea un poquito más llevadera.

 

El sonido, la guitarra y el micrófono, fue lo último en llegar. Dos compañeros de la asamblea se encargaron de ser “el descanso” para terminar con tanta tensión. “Habíamos acordado en asamblea que el ultimo vecino que llegaba tarde lavaba todos los platos”, se oyó una garganta gritar. Y las risas no dudaron en llegar.

 

Éramos como una gran familia. De hecho, lo somos. Los compañeros contamos alrededor de 35 vecinos y miembros de la asamblea colaborando para recibir luego, la interminable fila de panzas hambrientas que esperaban el locro.

 

Las 11:30am se acercaban acompañadas de un solcito, que curioso se asomoba, y el olorcito al locro ya empezaba a golpear las puertas de las casas vecinas. Los últimos detalles logísticos terminaban, solo faltaba que la gente llegue.

 

El lugar de encuentro ya estaba listo. Y a las 12.ooam en punto comenzó a llegar gente. Mamás con sus pequeños en brazos, niños y niñas con su plato hondo y su cuchara sonando en las bolsas, se acercaban tímidamente para ver si ya se podía almorzar. Y si, pudimos almorzar. El enorme tablón que pensábamos que no se iba a llenar, en media hora se convirtió en el comedor más soñado para cualquier vecino. Algunos que no nos veíamos las caras hace tiempo, aprovechamos para regalarnos un abrazo sincero que también, de alguna manera, llenaba un poco más el corazón.

 

Ya se hacían las 13:30 y el parlante empezó a sonar. Hubo karaoke folclórico, rap, canciones de Soy Luna y hasta una vecina se animó a deleitarnos con un poema para nuestra querida patria. Esos números artísticos nos hicieron olvidar de los problemas por un rato, y salir a soñar. Despues de cada uno los aplausos se hicieron escuchar.

 

El ballet folclórico ya afilaba sus puntas. Las chinitas terminaban de armar sus trenzas. Los changuitos terminaban de acomodar el pañuelo para salir a dar el gran show, el primer gran show, tan característico de nuestra soñada patria. Ocho parejitas hicieron temblar el piso y emocionar el corazón. Un gato, una zamba y una chacarera nos anticipaba el final de esta hermosa jornada, pero el comienzo de muchas más.

 

Empezábamos a palpitar el final. Nadie se quería volver a su casa, nadie quería dejar de reír ni de soñar. “clases de zumba” se corrió la bola tan rápido que en 2 segundos todas las vecinas nos sumamos a bailar.

 

Así lo habíamos soñado todos los vecinos, en más de una Asamblea. Y salió mejor de lo soñado. Esperando que en la próxima aventura barrial, haya más historias lindas que contar.

 

 

 

 

Abrazamos la solidaridad de Doña Daniela, Don Esteban, Doña Teresa, Don Freddy, Doña Maria, Doña cheba, Doña Milka. A las familias que asistieron, a los grupos artisticos, a todos quienes hicieron posible esta hermosa jornada, gracias. Desde un termo de agua caliente pasando por la mirada atenta de la preparación del locro, hasta los pasos de folkclore mas ensayados, son importantes para seguir construyendo una alternativa comunitaria y autogestiva que nos impulse a cambiar nuestras realidades.

 

Relacionadas

5 diciembre, 2018

Re-pintando el 15

11 noviembre, 2018

Sumate a La Poderosa salteña

24 mayo, 2018

¡Gran locreada popular!