6 junio, 2017
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Kiki abrió los ojos

¿Viste que mataron a Kiki Lezcano? Ah, no viste, qué curioso que no viste, porque tuviste 8 años y aún así nadie te mostró que un efectivo de tu seguridad lo amenazó, que la Comisaría 52 lo apaleó, que Angélica lo buscó y que la Justicia lo abandonó. Ahí nomás, apenas 60 días pudo descansar en paz, una paz bañada en sangre y en el silencio más normal, ¡adentro de una morgue judicial! Hasta que por fin apareció, sí, en el cementerio de la Chacarita, enterrado como NN por los sepultureros de la garita, con rastros de pólvora en la pobreza y una bala guardada en el medio de la cabeza.


Qué loco, ¿no?
El juez tampoco lo vio.


Flojos que no ven, televisión que no siente. Pero hoy nos toca interrumpir la señal para contarles que llegamos al juicio igual, que su madre burló sus canales y que los Tribunales tiemblan ante la mirada que no conviene, porque también hay pruebas sepultadas como NN. Y mirá si veremos mal, que nadie remitió al juzgado el sumario policial, que debieron correr al juez para que no se notara tanto, que Cubas se unió a los negricidas en el espanto, que se pasó 12 días en la Comisaría acomodando la escenografía, que el peritaje de las armas no le pareció importante, que rechazó a la familia como querellante y que tiró bolsones con elementos probatorios en el baldío de sus escritorios, hasta que lo reemplazaron por el juez Padilla…


Cosas de negros,
negros de la villa.


Ojo, eso, ¡ojo! Suena feo, pero si nunca sucedió, nunca sucederá otra vez: un país entero jugando al veo veo, ¿y todavía no lo ves? Si no te sorprende que ya no te sorprenda que todavía te sorprende un gatillo fácil denunciado por otros vecinos y anunciado por sus asesinos, ¿cuánto te podría sorprender que cualquiera de nosotros pueda desaparecer? Pues que no te sorprenda tampoco, si aparecen miradas fuera de foco, alumbrando sus coartadas y un caudal de verdad que no sangra por tevé, un puñal atroz que nos atraviesa cada día, aunque todavía no existe.


¿Sabés por qué?
Porque vos no lo viste.


¡Mirá!

1 Comentario;

  1. Van a empezar a mirar cuando ya no vean a sus propios hijos. Por el momento, como son hijos ajenos, miran para otro lado, ¿vio?

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