18 julio, 2017
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EMPARCHADOS

En nuestro barrio serrano, las calles de tierra son intransitables los días de lluvia. Al vivir sobre una pendiente, cuando el agua cae forma zanjas profundas en los costados, y canales en el medio de las aceras angostas, lo que dificulta la pasada de vehículos.

 

El parche que nos brinda el Municipio es arreglarlas con máquinas. Tiempo atrás tiraban polvo de piedra sobre nuestras calles, emparejándolas cada tanto. Pero ahora colocan tierra negra, que con las precipitaciones generan un barro pantanoso. De esta manera, con la falta de mantenimiento de la intendencia la calle Paraguay está prácticamente inaccesible: es doble mano, pero los autos pasan de a uno y con cuidado de no caer en la zanja.

 

Como la situación no da para más, comenzamos a pensar medidas para una solución urgente. Por eso, ayer  presentamos una carta a la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas, con el fin de resolver la situación, en un contexto general adverso en cuanto a la movilidad, que padecemos a diario independiente del clima: el transporte público no llega al barrio y los remises más de una vez nos dejan a mitad de camino ya que “se les puede romper el auto”.

 

Reclamamos que arreglen las calles, pero no como ocurrió el pasado viernes. Llegaron, removieron la tierra y en el intento de arreglo, sobre Paraguay al 1050, el operario rompió una manguera de la conexión precaria de agua, la cual proveía a varios vecinos. ¿Qué hizo el empleado municipal? Se fue, tras haber empeorado el problema.

 

 

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