27 septiembre, 2017
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Al patriarcado le pintamos la cara

 

Por las comunicadoras de la poderosa asamblea de la villa 21-24

 

Letras: Viviana Morel

Fotos: Brisa Ruíz

 

Desde el mes de julio, todos los lunes un grupo de vecinas de la Villa 21-24 se reúnen en la casita de Decir es Poder, cerca de las vías que separan ese barrio del de Zavaleta, para gestar una cooperativa. Llueva o truene se juntan a aprender a autogestionarse a través del maquillaje, peluquería, pedicura y manicura. Florencia Orlando, Patricia Gaona, Jessica Azcurraire, Marcela Nievas, Cintia Lobos, Mónica González y Cristian Aranda Figueredo, reflexionan sobre diferentes problemáticas de género en ese espacio bautizado “Mika Gaona” en memoria a una víctima de femicidio del barrio.

 

Empezaron a juntarse mujeres para dar testimonios y tener un lugar de encuentro de esta problemática que toca a más de la que una cree”, apuntó Florencia Orlando, la capacitadora de la cooperativa. Y agregó: “En principio fue un espacio sobre violencia, compartir las experiencias, tener un lugar de pertenencia. Pensamos en revertir esa conducta de estar donde quizás una queda indefensa, sin recursos. Una cooperativa de maquillaje o peluquería es algo que suele ser estereotipado y superficial de la mujer, pero al mismo tiempo es un trabajo. Nos empoderamos, nos independizamos: es absolutamente necesaria esa libertad económica».

 

El femicidio de Micaela Gaona ocurrió en julio del 2015 en el barrio. Asesinada por su entonces pareja Alexis Arzamendia, dejando a un hijo en común sin madre. En agosto de este año, Arzamendia fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal 25 bajo la calificación de homicidio cuádruplemente calificado, por haber sido cometido por un hombre mediando violencia de género, por haberse cometido contra su pareja, por alevosía y por haber utilizado un arma de fuego. Las vecinas sabemos que se logró gracias a la lucha organizada y la fuerza de la familia, que siempre combatió la burocracia judicial.

 

Monica González nos cuenta que tenía conocimientos de maquillaje y peluquería pero necesitaba distraerse porque estaba en un mal momento y que de a poco fue creciendo. Gracias a eso consiguió un trabajo y es auxiliar de maquillaje y peluquería. «Soy madre soltera con dos hijos y tengo que buscar el plato de comida», declara.

 

Para las cooperativistas formar parte de La Poderosa y que se unan es importante para comunicar lo femenino. «Tenemos que dar una batalla al machismo y al patriarcado desde otro lugar, porque acá tratamos de resolver las problemáticas en conjunto», reflexionó Florencia Orlando. Y Jessica Azcurraire sumó: “Rompemos con el estereotipo de que nos maquillamos para otro, porque a nosotras nos gusta pintarnos para nosotras”. Cintia Lobos confiesa que le levanta el autoestima, que lo siente un mimo, una «valoración a una misma». 

 

Soy peluquera y llegar a laburar de lo que me gusta está buenísimo. Trabajé muy poquito luego de recibirme porque tenía a los chicos. Ahora que están grandes estoy decidida a hacerlo”, explicó Marcela Nievas. Y bajo el techo de chapa la ronda femenina se interrumpía por un único varón, Cristian Aranda Figueredo: “Soy peluquero y cuando me comentaron sobre la cooperativa, me llamó el maquillaje, quería aprender. Apoyo al feminismo y la lucha de la que estoy formando parte”.

 

«Que este sea un espacio de contención política y que podamos discutir, hablar del machismo, feminismo, y de todas las que pasamos por ser villeras y villeros, es un poco el objetivo de este proyecto», dice Jessica Azcurraire. «En la villa existe la necesidad de querer encontrarse en un espacio, de salir de los problemas de la casa. Queremos que esto crezca y que sea una herramienta generadora de ingreso pero también de pertenencia. Nosotras construimos sororidad, juntas y organizadas porque al patriarcado le pintamos la cara».

 

 

Los compañeras se organizan de manera que el aprendizaje sea con los materiales correspondientes, para ello usan maquillajes, cremas, peines, esmaltes, limas, secadores de pelo, planchitas, y más. Y para llevar a cabo este enorme proyecto que lejos quedó de ser un sueño, necesitan una mano:  una llamada o un mail será suficiente para que puedan alcanzar las donaciones.

generoslapoderosa@gmail.com

Celular: 15 3230-8375

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