Un día como ése, justo como ése,
hace 3 años nos decían que Luciano estaba muerto,
que había cruzado mal,
que lo había atropellado un auto,
que al final sí estaba en Chacarita,
que convenía investigar entre sus familiares,
que nadie lo reclamó donde lo habían reclamado 6 años,
que nadie lo enterró cuando lo negaban a propios y extraños.
Y acá no cabe ninguna chicana politiquera,
porque jamás nos fumamos el silencio de la paz,
ni olvidamos que hace mucho les dijimos «Nunca Más».
Otro día como aquél, justo como aquél,
nos dicen que Santiago está muerto,
que había nadado mal,
que lo habían empujado al río,
que al final no viajó ni un 20% a Chile,
que deberían investigar en las comunidades,
que nadie lo buscó donde rastrillaron 3 veces,
que nadie lo desapareció cuando decían pelotudeces.
Y acá no cabe ninguna chicana marketinera,
porque ya no aceptamos volver a gritar atrás,
recordándoles cómo recordamos que dijimos Nunca Más.
Ahora,
ahora más que nunca,
mucho más ahora que nunca más,
nadie ha sufrido ningún hecho aislado:
«pero guarda con acusar de oído al Estado»,
¡por un solo detenido desaparecido asesinado!
Mucho respeto y ningún silencio,
para la familia Maldonado.