El miércoles 25 el ruido de las topadoras, las botas del poder y la violencia estatal se hizo presente en Villa Elisa, para desalojar a 5 familias que vivían a la vera del arroyo Carnaval, desde hace 8 años, en la zona ubicada en 623 y 21 de La Plata. Los vecinos fueron testigos de maniobras violentas por parte de un operativo en conjunto entre la policía bonaerense, caballería e infantería, que rompió todo lo que estaba a su paso y echó a la deriva a 13 chicos y 2 madres embarazadas que, junto al resto de los integrantes, conformaban 5 familias.
El juez Juan Pablo Massi notificó, con un día de antelación, el desalojo del terreno después de rechazar un pedido de prórroga, cómo nos confirmó Maira, vecina y madre de 4 nenes que fue despojada de su vivienda. “A la hora de presentar la notificación, ningún oficial mostró su credencial de identificación ante nuestro pedido. La notificación se realizó el lunes a la noche, en un lugar donde no hay alumbrado público” expresó. A su vez, el dueño de las tierras Fabio Cusini, inició el trámite de desalojo hace 3 años con fines económicos, para lotear la zona de Villa Rica.
Actualmente las 5 familias se encuentran en la calle ya que no han recibido asistencia de las instituciones estatales, para ser reubicadas u obtener una vivienda transitoria. Para que encuentren una vivienda digna, para que los negocios inmobiliarios dejen de arrasar con la vida cotidiana y los jueces dejen de mirar para el lado del poder, exigimos una respuesta inmediata. Víctimas de una estado que los margina, un sistema que los reprime y un aparato que los discrimina, ¡sus gargantas gritan mucho más fuerte!
