*Por Susana Zaccaro, integrante del Frente de Géneros cordobés.
Otro 25 de noviembre más, otro día que nos encontramos en la calle, recordando a las hermanas Mirabal, a esas grandes mujeres que supieron enfrentar a un Estado dictador, represor y machista, mujeres que perdieron su vida un día como ayer, pero de 1960. Y nos convoca también el salir a gritar por las miles de compañeras que son víctimas del patriarcado que nos oprime a diario y que no pueden contarlo.
Han pasado muchos años, y ayer volvimos a luchar juntas contra esa violencia que nos golpea y nos mata. Le decimos basta a ese ensañamiento que está instalado contra nosotras en todos lados. Basta a la naturalidad con la que reacciona esta sociedad mirando para el costado cada vez padecemos torturas, desapariciones o incluso la muerte. Basta a la opresión de parte del Estado que no sólo no reconoce nuestros derechos y nuestras luchas sino que también se burla de nosotras y pretende callarnos, pisotearnos, negando recursos que deben ser garantizados y son fundamentales para nosotras, que son necesarios para mujeres que sufren algún tipo de violencia y nos son negados.
En esas situaciones, nos negamos a esperar soluciones mágicas que nunca llegan y exigimos que se garantice la asistencia médica y psicológica correspondiente, acompañamiento, respeto, una ayuda económica o salida laboral para que nuestras compañeras violentadas no sigan dependiendo de ningún agresor. Esta asistencia se vuelve más necesaria para quienes venimos de barrios empobrecidos, y a veces ni siquiera tenemos un techo porque somos expulsadas de nuestros hogares, o porque decidimos escaparnos de quienes nos violentan.
Muchas veces, cuando buscamos ayuda en el Polo Integral de la Mujer de Córdoba, nos encontramos con una gran predisposición de las trabajadoras, pero a pesar de que ellas se expresen de esa manera también son víctimas al igual que nosotras, ya que tienen que ver y sentir en carne propia todos los tormentos que sufren cada una de las mujeres que legítimamente llegan por necesidad. Y no sólo eso, sino que también tienen que bancarse la precarización laboral, el vaciamiento de recursos y presupuesto que se está generando hacía las pocas instituciones como esta que están para atender esas necesidades y urgencias pero no pueden hacerlo por la falta de voluntad política de los gobiernos de poner esta problemática en agenda, para que las mujeres dejemos de ser las mas postergadas.
Basta de ser egoístas, fríos, individualistas. Ayer, volvimos a encontrarnos para que se escuche:
¡BASTA DEL MACHISMO QUE QUIERE PISOTEARNOS! ¡NO ESTAMOS SOLAS, SOMOS MUCHAS Y SEGUIMOS EN LA LUCHA!
