Ojalá cumplas, hermano, todos esos sueños ahogados.
Que les suelten la mano, a dueños y magistrados.
Que la noticia luche contra la corriente.
Que la Justicia escuche, pero legalmente.
Que tu valor pueda salvar al amor.
Que no sepa nadar el terror.
Que no amanezca intacto el cinismo.
Que no parezca tan bien conservado.
Que desaparezca el terrorismo de Estado.
Que los suelos griten bien fuerte.
Que no refloten los vuelos de la muerte.
Que ningún río borre su jeta de tu piel.
¡Que declare la escopeta que mató a Rafael!
Que braceen las verdades, entre tempestades.
Que no las puedan sumergir, ni con mano dura.
Que vuelvan a medir la temperatura.
Que sea un alguacil, con las alas de Arruga.
¡Que riegue 30 mil plantas de Lechuga!
Que rescate la memoria para ver.
Que 500 años de historia no se pueden perder.
Que tampoco se hunde solo un país.
Que hasta el Fondo hemos llegado…
Y que los cumplas muy feliz,
Sergio Maldonado.