Luego de que diferentes sectores del barrio no tuvieran luz durante muchas semanas, como en San Blas que no podían encender una estufa desde hace un mes, diferentes organizaciones sociales nucleadas en el “Colectivo por la Villa 21-24” en conjunto con vecinos y vecinas autoconvocadas decidieron cortar las esquinas de la sede de Edesur ubicado en el barrio porteño de Boedo.
Luego de varias horas fueron atendidos por el Jefe de Obras de la empresa, Carlos Bujan, quien comentó que las obras del barrio no iniciaron porque “los trabajadores de la empresa contratista Rowing SA recibió amenazas de los vecinos”. Nuevamente la responsabilidad de todas las negligencias se la adjudicaron a los usuarios porque “el barrio es inseguro y hasta que no garanticen la protección, no va a empezar”, indicó Bujan.
¿Qué implica la obra?
Un tendido subterráneo que recorrerá ocho cuadras desde las calles Pedro de Luján y Luna hasta las calles Pedro de Luján e Iguazú para, posteriormente, instalar dos transformadores que equilibraría la potencia en la zona afectada. Sin embargo esta espera ya lleva seis años, a pesar de que el trabajo podría terminarse en tan solo dos meses.
Después de mucho tire y afloje, los vecinos organizados lograron que Edesur se comprometiera a comenzar la obra el día miércoles 11 de julio y buscar una solución provisoria al problema eléctrico del barrio para el mientras tanto.
Luego de tres meses de que Gilda Cañetes muriera electrocutada mientras sacaba agua de su pasillo inundado, la barriada sigue soportando penurias en este invierno cruel. El lunes 9 de julio a las 15 hs, los mismos vecinos autoconvocados y el “Colectivo por la Villa 21-24” se reunirán en la Parroquia Caacupé para organizarse y seguir exigiendo que las obras se finalicen.