12 agosto, 2018
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La política del día después

 
 
Contemplando la ola verde desde la orilla, con la sagacidad propia de la gestión amarilla, el presidente leyó nuestras consignas atentamente para hacer un hallazgo excepcional: “Hay que reforzar la Educación Sexual Integral”. Sería gracioso si fuese un chiste, ¡porque ese programa ya existe! y el gobierno lo achicó en cumplimiento y tamaño: de $32 millones ejecutados en 2017, pasamos a $21,8 millones asignados este año. Pero no terminó ahí su tardío cinismo, evidenciado por las calles que tomó el feminismo, porque Mauricio también descubrió los preservativos: “Necesitamos introducir métodos anticonceptivos”. ¡Podría funcionar! Podría, si no fueran otra víctima de la desidia estatal y el recorte injustificable: el Ministerio de Salud subejecutó el plan Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable, utilizando el 7,9% del monto dispuesto… apenas $20 millones, de los 372 que equivale el total del presupuesto.

¿El resultado? Hospitales sin pastillas, desabastecimiento en las salitas de las villas, más vulnerabilidad, más enfermedades, más clandestinidad, menos libertades…

Entonces, hablemos de prioridades: ¡En las escuelas, Educación Sexual Integral para todas las edades! En los hospitales, entrega de anticonceptivos, sin ningún prurito. ¡Y aborto legal, seguro y gratuito!

 

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