Dicen que La Pampa tiene el ombú, pero en realidad tiene el Caldén. Dicen que La Pampa es una isla, pero en realidad fuimos un viejo mar, una tierra que hoy espera con urgencia el agua de un rio robado, de nuestro Río Atuel que también es pampeano. Más de 80 años esperando a que los gobiernos mendocinos se dignen a compartirlo nos enseñaron a resistir.
Desde esa historia, en nuestro barrio que lleva el mismo nombre de la corriente que no llega, y en este proceso político de ausencias y ataques al pueblo con conciencia, sostuvimos la BiBlioteca Popular “El Grito Poderoso del Atuel”.
Plantadas en la ciudad de Santa Rosa, compartimos durante todo el año tacitas de leche, factura y torta frita. Es que en La Pampa, portal de la patagonia, no hay precios congelados y a las familias de las barriadas se les hace imposible llegar a fin de mes. En los últimos 2 años, se perdieron 411 puestos laborales en el sector privado. Las políticas macristas vaciaron SENASA, Agricultura familiar, TELAM. En nuestro barrio, muchas mujeres son trabajadoras de casas particulares, la mayoría de ellas no están registradas. Eso mismo comprueban los datos que relevó su sindicato al denunciar un 70% de trabajo informalizado. En este contexto, más 40 niños y niñas conocieron la Biblio, donde funciona el merendero de lunes a viernes. Intentamos que, además de acompañar ese refuerzo alimentario, sea un espacio de libertad de expresión, de búsqueda de aventuras, de encuentros cultivadores. Hoy permanecen contruyendo junto a nosotras el sueño de recuperar nuestro barrio Rio Atuel que, literalmente, está hundido y abandonado.
Combatimos los aumentos, los despidos y las persecuciones. Las mujeres, las Atuelas, montamos las máquinas de coser, nos organizamos, cosimos y nos conocimos. Vendimos nuestras alforjas hechas de retazos de tela con memoria. Proyectamos organización productiva y participamos de la Feria “Feministas Trabajando”. Nos queda hilo en el carretel para lograr nuestra soberanía económica. Una en la que la mano visible del mercado no aplaste nuestras voluntades, nuestros cuerpos, nuestros vínculos de amorosidad. Queremos dejar de sobrevivir, para empezar a vivir.
En la biblio también hay talleres para todos los gustos.
En el taller de cerámica aprendimos que las manos con arcilla hacen de nuestras ideas una maravilla. En el de Muralismo entendimos que, aunque que pretendan criminalizar el arte callejero, las paredes son nuestras y los colores también.
En el taller de Artes Visuales, entre globos y papel maché, vimos que ni por casualidad nos robaron la alegría.
Y en el taller de Radio SuperPoderoso respiramos el aire popular feminista que nos hermana. Y, aunque nos dolieron las voces que el gobierno nacional fue apagando, encendimos las nuestras con más fuerza. Con más ruido. La Educación Sexual, la democracia, la diversidad, la violencia machista, la violencia institucional fueron nuestros ejes comunicacionales. Son nuestros ejes políticos fundamentales.
Sobre el final del año, concretamos la escuelita de futbol. Dos veces por semana, con Directora Técnica a la cabeza, la barriada se junta a pelotear. Pibas y pibes, en un mismo equipo, le entran por todos los wines a esta realidad colmada de árbitros bomberos.
Al verano lo vamos a pasar con taller de teatro y expresión corporal. Más y más vecinas se suman con voluntades y propuestas.
En la Biblioteca Popular el Grito Poderoso del Atuel todos los años son electorales. Nosotras, nosotros, vivimos haciendo elecciones. Elegimos vivir dignamente, de manera comunitaria, con economías solidarias, sentipensando el amor como motor del mundo. Como motor para que valga la pena nuestro mundo.