* Letras y fotos por Brisa Ruiz, comunicadora de la Villa 21-24.
En la Casa de la Mujer de la Villa 21-24, terminamos el primer curso de promotoras de Salud Integral de la Mujer. Fueron seis encuentros durante el mes de octubre y noviembre, donde nos formamos en cuanto a métodos anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual y VIH sida, interrupción legal del embarazo (ILE), cuidados y sexualidad durante el embarazo, nutrición saludable, actividad física y, por último, estrategias de promoción de salud.
Cada contenido del curso fue enfocado en las problemáticas específicas del barrio: la accesibilidad de las vecinas a los centros de salud o su alcance económico. Tenemos que pensar, por ejemplo, cómo garantizar y adecuar una alimentación saludable a los recursos con los que disponemos, entendiendo que hay muchas mujeres que no tienen trabajo o cuyo sueldo es menor al mínimo.
Todas las capacitaciones se dieron en forma dinámica. Creemos que todas las vecinas teníamos ya conocimientos previos, porque las mujeres somos las primeras en socorrer a nuestros vecinos y vecinas cuando tienen problemas de salud en el barrio, y buscamos ponerlo en práctica en el taller para poder transmitirlo e intercambiar con las demás vecinas que se acercan a La Casa de la Mujer.
Aprender entre mujeres es algo necesario, al igual que generar estos espacios barriales para intercambiar, preguntar y equivocarnos, porque nos empodera, nos hace saber que desde acá estamos preparadas para salir a difundir lo que aprendimos. Nos reconocemos como promotoras de salud villeras, que recorremos el barrio para que la salud sea realmente integral y popular. Esa es una tarea que tenemos por delante para poder transmitirlo y poder multiplicar promotoras de salud en cada barrio que se necesite.
Entendemos que estamos haciendo un trabajo que es responsabilidad del Estado, a través de los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) que están en los barrios, pero nos preguntamos: ¿Por qué las vecinas no quieren acercarse a ellos? Tal vez, por la falta de garantías y recursos que disponen. El trabajo que estamos haciendo no es en reemplazo del CeSAC, sino más bien de las políticas de prevención y erradicación de la violencia hacia la mujer, que hoy el Estado no brinda. Ser promotora de salud se trata de eso: de estar, acompañar, orientar e intercambiar. Exigirle al Estado que garantice una salud digna para todas las vecinas y vecinos de nuestros barrios, estar con el cuerpo para que se cumplan realmente nuestros derechos en cada Centro de Salud.
Como objetivos desde esta primera capacitación de Promotoras de Salud Integral de la Mujer, nos quedan realizar postas de salud en diferentes lugares del barrio, crear folletos informativos y también darle valor al conocimiento en salud que tienen las compañeras de diferentes pueblos, de países vecinos y de pueblos originarios, revalorizando nuestras raíces.