El Barrio 13 de Julio se llenó de color, vecinas, vecinos, niños y niñas, porque desde la asamblea planificamos durante semanas esta inmensa lota para todo el barrio en la cancha de fútbol. Los cartones preparados con lo números en sola fila, todos y todas en sus sillas con lapicera en mano, y el bolillero comenzó a girar hasta cada grito de «¡lota!».

Y ¿cómo no iban a venir todos y todas? Si nos conocemos, si nos vemos todos los días, y si sabemos cuáles son nuestros sueños, y quienes nos empujan a jamás bajar los brazos para alcanzarlos: los changuitos y changuitas. Claro, ¿cómo no iba a venir el barrio entero? ¡Si era para juntar fondos para el campamento! Se llenó la cancha, y nadie se quería ir.

Porque es la niñez el motor de esta revolución, ¡a la niñez honores! Antes de terminar el año desde las asambleas jujeñas nos propusimos junto a las provincias de la región, un campamento inolvidable el 25, 26 y 27 de enero, para los y las más peques que se merecen viajar, descansar, tener vacaciones, jugar, saltar, correr, reír, y por si a Morales no le quedó claro… ¡estudiar!

Así, de a poquito, pesito a pesito, sin estafar a nadie, ni enriquecernos con el trabajo ajeno, ni depositar dinero en cuentas de Panamá, recaudamos el dinero necesario para que 50 niñas y niños ya tengan armados sus bolsos y sus cabezas puestas en el Parque Acuático de El Cadillal. ¡Allá vamos Tucumán!

Y esta no fue la única actividad para financiar este viaje tan esperado, la escuelita de fútbol “Los Poderositos” organizó un campeonato que aún se está jugando, y hace semanas venimos haciendo rifas, ventas de bollo, pan, cosas dulces, empanadas. 

Desde abajo, sembrando solidaridad y sin pedir permiso, desde mañana hasta el domingo, estallarán cientos de sonrisas que compartirán unos días maravillosos.

“Una mirada vale más que mil palabras”, verlos a ellos contentos nos hace seguir laburando, redoblando los esfuerzos, porque en sus miradas y sus sonrisas está la verdad.