1 enero, 2019
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Una cena a la luz de la Villa

* Por Agustín Niepomniszcze, comunicador de la poderosa asamblea de Villa Fátima

 

En una noche no como cualquiera, en Fátima fue el quinto aniversario de las cuatro paredes en las que todo el año es primavera. Cinco años de resistencia desde nuestro centro cultural «Ni un pibe menos». Disfrutando un año de construcción colectiva, degustando comida autogestiva, entre paredes mal revocadas, risas de pibes que no fueron pintadas. Música y baile que no discrimina por edades y las historias de los y las más grandes de nuestra asamblea, que acumulan juventud en cantidades. Zarpadas actividades, en uno de los barrios al que el Estado sigue abandonando, los pibes y pibas que marcan de delincuentes estuvieron recitando, los vecinos y vecinas como siempre acompañando, disfrutando de una villa unida a pesar de tanta injusticia que se le aplica. Y si a los de arriba les pica, en vez de retrucarla con plomo se las devolvemos con unión y comida rica.

 

 

Como tenemos costumbre nos reunimos, esta vez con motivo de festejo, por cerrar un año de lucha desde los más jóvenes hasta los más viejos. Y esas imágenes que fueron reflejo de los momentos que supimos amar y en los que a pesar de todo no nos dejamos callar, aquellas fotos que los pibes y las pibas supieron capturar, en las que las balas que nos tiran no pudieron perforar. La cena de los negros, en el barrio, donde el Estado siempre fue invitado, pero siempre se ausentó.
Allí estuvimos nosotras y nosotros, los que nunca dejamos de gritar, ¡hasta la victoria siempre y por muchos años más!

 

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