* Letras por Antonella Yñiguez, comunicadora de la poderosa asamblea de la villa 21-24.
En la asamblea poderosa de nuestra villa comenzó un taller de rap para las pibas y pibes del barrio, que se encuentran todos los sábados a las 16hs a compartir ese rato, improvisando y charlando sobre la realidad de nuestro barrio. El espacio fue una iniciativa de los chicos que van también a los talleres de educación popular. Las ganas incontenibles de expresarse, motivaron a Gabriel ‘Punta’ Mareco, vecino del barrio, a empezar el taller.
«No quiero que los pibes y las pibas terminen como estuve yo, en la calle haciendo giladas; prefiero que se aferren a la música, que puedan descargarse con ella, que sientan que los puedo escuchar y que siempre voy a estar para ellos, cosa que no hicieron conmigo”, comentó ‘Punta’.
Por todo eso y para que los pibes no se pierdan en situaciones que no son buenas para sus vidas, el taller de rap es importante porque la solidaridad y la comunidad es compartida entre quienes dan y participan en el taller.
Entre los raps que surgieron, están:
«El presidente no tiene mente,
es un demente se caga en el sentimiento de la gente,
le roba plata a los docentes
y no tiene pinta de inocente.»
«Venimos a cantar,
también a disfrutar,
estamos rapeando en la villa y eso no va a cambiar
aquí estamos rapeando,
aquí improvisando
estamos con los chicos en el barrio
digan lo que digan, a nosotros no nos van a parar.
Acá estamos rapeando,
acá estamos improvisando
contra macri que nos viene basureando
nosotros somos villeros dicen que no queremos laburar
y ellos nos quieren presos.»
«Encontré en el rap una forma de salir adelante, me hizo dar cuenta de muchas cosas: hay que pensar en uno y en los demás, porque las metas no son sólo personales, que la vida es un conjunto y que, si no tiramos todos, esto no avanza. Desde acá podemos transformar el barrio, de abajo, paso a paso y que vean que hay futuro», contó Gonzalo López, otro vecino que impulsó el taller de rap en la villa 21-24, junto a Julián Ale, que también resumió: “El rap para mi es cultura, un mensaje de protesta con su poesía”.
Para nuestros barrios los espacios donde los pibes y pibas puedan expresar y disfrutar son muy importantes porque funcionan como focos de recreación y sobretodo de contención. Laurita de 9 años, que integra el taller, afirma: «Me parece re cheto que haya un taller de rap así podemos aprender y compartir. Queremos rapear y escribir nuestros temas sobre el barrio».
Como ella, todos y todas estamos seguras: el taller es una forma de protesta dentro de la cultura popular y dentro de nuestro barrio. Junto al rap podemos crear conciencia y transformarnos para cambiar todos los días nuestra realidad. Escúchenlos, escúchenlas ¡y aprendan!