Este 24 de agosto salió el sol y desde temprano nuestro barrio puntano se fue tiñendo de rojo. Los más peques empezaron a regar la canchita y a colgar los banderines y banderas, mientras el resto preparaba todas las sorpresas para la tarde. Con nuestra cooperativa Sabores Del Oeste cocinamos el chocolate y la torta, mientras la murga Merequetengue Poderoso ensayaba una última vez el toque para su debut en la fiesta.
No conseguimos suficientes donaciones para los regalos. Pero como juntos aprendimos a combatir al ajuste con organización, unas semanas atrás en la asamblea alguien levantó la mano y nos recordó: siempre autogestión. Hicimos 270 juguetes. Sogas para saltar, cuadernos para colorear, burbujeros, trompos, títeres, tatetí, todo con mucho amor artesanal.
A la siesta armamos una kermés con todo, incluidas las caritas pintadas, las sonrisas enharinadas, las carreras con piernas atadas, el baile, la música y los saltos en el inflable. Hablamos de Sabina, recordando a nuestra compañerita poderosa riojana y pintamos en el mural todas las manos.
Apostando siempre a lo colectivo y ahora más que nunca para que no nos roben el sueño de nuestras niñas y nuestros niños.