29 noviembre, 2019
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Un poco de luz

 

 

El 18 de septiembre de 2011, en la provincia de Santa Fe, nos arrebataron a Paula Perassi, que desde entonces continúa desaparecida. Sus familiares y la fiscalía sostienen la hipótesis de que Gabriel Strumia, su amante y reconocido empresario del cordón industrial de San Lorenzo, la obligó a abortar y que ella murió en esa práctica. De las nueve personas imputadas, siete quedaron absueltas y dos condenadas. ¡Qué casualidad! Cinco de los liberados pertenecen a las fuerzas de seguridad.

 

La causa había comenzado como una búsqueda de paradero, con varias idas y vueltas: en septiembre de 2012, el entonces juez sanlorencino Eduardo Filocco procesó a Strumia y a Antonio Díaz por haber llevado a Paula contra su voluntad a Timbúes. Permanecieron presos hasta que la Sala 1 de la Cámara Penal revocó el procesamiento y ambos recuperaron la libertad. La Fiscalía elaboró una nueva teoría del caso y en 2015 pidieron la detención de nueve personas, aunque tres meses después, Adolfo Prunotto, que era el camarista, ordenó las libertades en un fallo que recibió críticas hasta de sus propios colegas por la falta de fundamentación y posteriormente el juez Carlos Carbone avaló que volvieran a prisión.

 

Ayer dimos un paso histórico, una muestra más de que la lucha y la organización pueden revocar cualquier decisión. Los tribunales provinciales condenaron como autor responsable a Gabriel Strumia con 17 años de cárcel común y con 7 a Roxana Michl, partícipe secundario en el delito de privación ilegítima de libertad. Un poco de luz entre tanta impunidad.

 

Hace 2293 días que Alberto Perassi y Alicia Ostri buscan incansablemente a su hija, soportando amenazas y amedrentamientos de la mafia empresarial, resistiendo ante la complicidad del poder policial, siguiendo pistas falsas que jugaron con sus ilusiones, sufriendo a la Justicia patriarcal en todas las ocasiones.

 

Seguiremos superando cada adversidad, porque todavía falta Paula. Y la verdad.