El 25 de noviembre se cumplieron dos años sin Rafita; dos años desde que el Prefecto Javier Pintos lo asesino de un disparo por la espalda; dos años en los que su asesino sigue libre e impune. Familiares y amigos marcharon en Bariloche por Rafael Nahuel, asesinado en Villa Mascardi durante la represión en el marco de un operativo del Grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina contra la comunidad indígena Lafken Winkul Mapu.
«No olvidamos, no perdonamos; de Pintos a Macri, el Estado es responsable», con esta consigna se llevaron adelante diferentes actividades culturales para recordar al joven mapuche de 22 años. Lo cierto es que, a pesar del tiempo trascurrido, la Justicia no ha dado respuestas al pedido de familiares y amigos de Rafita. «Pintos debería estar cumpliendo perpetua. Lo único que pido es que el juez nos atienda y que nos dé una explicación de por qué motivo le dieron la libertad a Pintos cuando en verdad él tiene que estar tras las rejas», reclama con desesperación su madre, Graciela Salvo.
«No hubo grandes avances. Son recursos e impugnaciones que te llevan de un lado a otro. Es muy revelador que a dos años del hecho no se ha determinado ni siquiera de qué arma salió la bala que impacto en el cuerpo de Rafael Nahuel», explica Sebastián Feudal, abogado de la familia. «Hubo dos pericias, la segunda tuvo un resultado contradictorio con respecto a la primera. Primero se concluyó que la bala salió del fusil de Pintos, pero como Pintos dijo al juez que no tenía el fusil, puso en duda la primer pericia. Éste ordenó que se haga una segunda pericia; la hizo Gendarmería y dijo que no salió del fusil de Pintos. Casación dijo que le creía a Gendarmería».
Su padre, Alejandro Nahuel, insiste en la necesidad de no ceder ante la falta de respuestas de los responsables jurídicos y políticos: «vamos a seguir luchando por nuestras tierras y en nombre de Rafael Nahuel». En reivindicación de la lucha de la comunidad indígena Lafken Winkul Mapu por sus tierras, por todas las victimas del terrorismo de estado y para que la familia del joven mapuche encuentre paz, ¡exigimos justicia por Rafita!