A Gerardo «Pichón» Escobar le arrebataron todos sus sueños el 14 de agosto de 2015 cuando fue visto por última vez, luego de haber salido a bailar al boliche “La Tienda”, en la ciudad de Rosario. Patovicas del lugar lo persiguieron y golpearon hasta asesinarlo; su cuerpo fue encontrado una semana después en el río. Hoy, 24 de septiembre, cumpliría sus 29 años y, seguramente, ya hubiese terminado la escuela, como lo deseaba. Es por eso que en su memoria hoy inauguramos el nodo de conectividad en el barrio La Cariñosa, para nunca más quedar afuera del sistema escolar. Luciana Escobar, su hermana, recuerda como fue su tránsito por la escuela cuando era muy chico: “Pichón dejó la escuela cuando tenía 10 años, en quinto grado, y a los 12 años comenzó a trabajar de peón de albañil, tuvo que vivir muy rápido todo”. Carina Fernández del barrio La Cariñosa compara la situación con la de nuestras barriadas: “Mi vecino, Don Carlos, tuvo que dejar la escuela cuando tenía ochos años lo llevaron a aprender panificación y tuvo que optar entre estudiar o tener un trabajo para ayudar a su madre porque no les alcanzaba la plata”.
Luciana se emociona al hablar de las ganas que le ponía Pichón a todo lo que se proponía y nos cuenta que en 2015, el año que lo mataron, había decidido terminar sus estudios para poder cerrar una etapa. Gerardo se levantaba a la mañana para ir a trabajar, si había que hacer horas extras las hacía por la tarde y a la noche se iba al E.E.M.P.A. Ana, su maestra, acompañó a la familia desde el primer momento en la búsqueda de justicia y fue ella quien sugirió empezar a homenajearlo y su hermana siempre lo va a recordar: “A Ana y sus compañeras se les ocurrió ponerle el nombre de mi hermano al salón donde todos los días se encontraban e hicimos un acto. Después nos pusimos a pensar por qué siempre se celebraba el día del estudiante, pero nunca el del estudiante adulto. Las personas que vuelven a la escuela, que eligen retomar sus estudios como Pichón, suelen traer mucha carga en sus espaldas. Entonces tenían que tener un reconocimiento”. Gracias a eso, en 2017 en el Concejo Municipal de Rosario, se decretó que todos los 24 de septiembre sea el “Día del Estudiante de la Escuela de Adultos”, en honor a Gerardo Escobar.
Consciente del círculo de exclusión que se vive en las barriadas populares, Luciana se lamenta: «Están los que piden seguridad con más policías en la calle y los que pensamos que la seguridad es incluir a las pibas y los pibes, a esas y esos que no tienen alimentos por la falta de laburo, por no poder terminar los estudios”. Carina, luego de once años, retomó sus estudios de manera virtual, gracias al empuje de su asamblea y la campaña #ContagiáConectividad: “Hoy en día somos muchas las vecinas y vecinos con ganas de terminar los estudios, para tener un trabajo digno, para poder trabajar de algo que realmente nos guste… Pero siempre se nos presentan obstáculos para hacerlo, por no tener los recursos: ¿Por qué en las plazas del centro hay internet gratuito y en nuestro barrio no? Que empiece a funcionar el nodo digital para nosotras y nosotros significa todo. En esta pandemia quedó claro que para poder estudiar tenés que tener internet”.
Cada 24 de septiembre florecerá la primavera en cada E.E.M.P.A., en cada nodo digital y cada vez que alguien decida retomar sus estudios. Ahí, nacerá nuevamente Pichón, porque lo quisieron desaparecer, pero apareció en todos lados.