4 mayo, 2021
, Rosario

UN LLAMADO AL COOPERATIVISMO

Hey Latam

¿Está ahí? Teléfono para Martín Stauffer, dueño del Call Center “Hey Latam” que opera en Rosario. Como muchas y muchos laburantes de estas empresas, con la llegada de la pandemia todas las tareas se vieron obligadas a realizarse desde las casas. Sin embargo, también fue la circunstancia perfecta para que se profundice la precariedad en los bolsillos: ¡Desde diciembre que ninguno cobra un centavo! Además, cada laburante fue denunciado penalmente por realizar un acampe frente a la empresa, que expresó falsamente que estaba en quiebra para no otorgar los salarios que les corresponden y avaló que las Fuerzas de Seguridad intimiden a quienes se animaban a protestar. Quedaron 301 personas sin trabajo ni indemnización. Ahora buscan consolidarse en una cooperativa para que el espacio pase a manos de sus trabajadores y trabajadoras. Esto mantiene el proyecto al pie del cañón, ¡caminando hacia una expropiación!

No quieren que sea un emprendimiento cualquiera, explica Ayelén, y si bien lleva tiempo, ya cuentan con el visto bueno del Juzgado Nº10 para avanzar: “Esto es algo que nos servirá a todas y todos. Queremos usar este espacio con la proyección futura de articular con el Estado para capacitarnos, para activar la línea 144 que es contra la violencia de géneros y también para la atención del 0800-Covid”.
Así, 84 ex trabajadoras y trabajadores avanzan con Rectuel, una forma de seguir adelante que relata Brian Díaz: “Decidimos ese nombre por ‘Rec’ de recuperados y ‘Tuel’ por ser Trabajadores Unidos en Lucha. Nadie conseguía laburo, estaba muy complicada la situación y nos organizamos”.

En ese mismo camino, Brian resalta una proyección aún mayor: “Algún día tendrá un comedor, una juegoteca para las y los hijos de trabajadores. Tendrá la empatía que no tuvieron con nosotros; no pensaron en las madres solteras, los estudiantes o familias. Por eso vamos a seguir luchando”. Sus clientes son bancos, empresas de comunicación, fábricas y aerolíneas. Con la vista bien en alto, este grupo construyó su propio espacio con menos gente, pero con una enorme convicción tras no ser escuchado.

El señor Stauffer debe comprender que no sirve de nada la criminalización de la protesta o el intento de división entre los ex empleados. Brian sintetiza bien el reclamo: “Que sirva esta lucha para hacer ruido ante cualquier empresario, ante cualquier Stauffer que lea. Ya debería habernos pagado todo o reintegrado nuestros derechos”.