Hoy marchamos al Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad para seguir exigiendo que el Estado reconozca nuestro trabajo comunitario como fundamental y garantice que se sostenga.
Todos los días en nuestros barrios se despliegan infinitas redes comunitarias frente a la violencia de género, redes que nos mantienen vivas. Somos las primeras en acudir ante el pedido de ayuda de cualquier vecina, ¡necesitamos reconocimiento salarial por todo este trabajo que no hace el Estado!