20 julio, 2022
, ECONOMÍA

9 MILLONES DE FUNDAMENTOS PARA EL SALARIO BÁSICO UNIVERSAL

Hace años ya no alcanza con tener un solo trabajo para cubrir las necesidades del día a día. Por mucho que se trabaje, los salarios no vencen la línea de la pobreza y la inflación termina disolviendo los ingresos de las familias. Es una situación que no cambia, y esto se ve en los números: la pobreza ya alcanza a casi el 40% del país. El trabajo está, lo que falta es ese ingreso que pueda garantizar condiciones dignas y mínimas de vida.

El Salario Básico Universal es una garantía real para que ningún trabajador de la economía popular quede por debajo de la línea de la indigencia: desde las cocineras en los comedores hasta la venta ambulante, desde las promotoras que acompañan casos de violencia de género, hasta los cartoneros. Ni siquiera el 5% de la población de nuestros barrios tiene un trabajo formal con todos los derechos garantizados.

En la pandemia nos vimos en la necesidad de abrir decenas de espacios alimentarios, comedores y merenderos. Desde ese momento todas esas familias no se han logrado reponer de la crisis: la demanda del plato de comida es aún más grande. Esta propuesta del Salario Básico Universal incluye a todas esas personas que se acercan a los comedores, tanto quienes están organizadas como las que no; incluye a todos los barrios populares, todas las villas y todos los asentamientos, como también quienes no viven en ellos pero necesitan ese ingreso mínimo para vivir.

El costo de vida es insostenible y la situación va empeorando, uno ve que no llega a fin de mes, una y otra vez. Una manera de salir de esta emergencia que no termina nunca, es este salario. Ya es momento de que las discusiones políticas se confronten con la realidad que se vive en las barriadas, que se pueda diseñar un sistema impositivo que deje de castigar a los que menos tienen, y que se deje de subsidiar y beneficiar a los sectores más concentrados en riquezas y energía.

Diego Mora, referente del Observatorio Villero de La Poderosa.