Por Roxana Benega, mamá de Kevin y vecina de Zavaleta.
Hijo, te recuerdo en todo momento: alegre, compañero, pegajoso, divertido. Sos la cara de la inocencia, el rostro de los pibes villeros. La mirada de esa impunidad que recorrió el mundo entero. Te escucharon en la ONU, en los diarios, en cada sala donde se proyectó el documental, en cada rincón donde retumbó tu voz.
Nos hiciste llorar, una y otra vez.
Y nos enamoraste, aún más.
Ya pasaron nueve años desde que te arrebataron de mí. Nueve años que no encuentro tus risas, tus chistes. Nueve años sin tus gritos, sin ver el hoyuelo en tu mejilla izquierda. Nueve años que no compartimos un mate, una comida. Nueve años sin tu aroma, sin tu olor. Nueve años sin abrazarte.
No sabés cómo me enorgullece ser tu mamá.
Sueño que sigas corriendo, enano, para que todo el mundo te recuerde.
Te extraño Kevin,
ya no te van a callar, nunca más.