A los militantes de todo el campo popular, a los funcionarios de todos los partidos, a los dirigentes de todos los movimientos, a las asambleas de todos los barrios, a los fieles de todos los credos, a los hinchas de todos los clubes, a los estudiantes de todas las universidades, a los jubilados de todas las batallas, a los trabajadores de todos los gremios y a los amplificadores de todos nuestro gritos, mañana más que nunca los necesitamos acá, movilizando, agitando, denunciando, en las calles de nuestro barrio y bien parados de manos, por esos Derechos Humanos que explotan a cielo abierto, para volvernos a torturar: vamos a ver si era cierto, que “nadie los va a reclamar”.