Acá vamos despacio mientras los más chicos van creciendo, tanto como nuestro SUM que ya alberga de a cientos de niños todos los días en el merendero y la escuelita popular. Cada uno aportó desde su lugar, con trabajo intenso en las semanas previas. Los equipos de vecinos del merendero, el roperito comunitario, la salita, limpieza y mantenimiento y el proyecto de huerta «manitos verdes». Todos buscaron donaciones, decoraron, cocinaron, pintaron banderas, para que este día fuera el mejor día.
Y así fue.
Postas de juegos y distintos espectáculos fueron parte de la propuesta del día. No faltó la comida, tampoco las carcajadas, la música, ni la danza. Vinieron las tejedoras, también los pibes del club Boca con castillos inflables y el grupo La Tarambana con sus tambores para avivar la tarde fresca. Los clowns se encargaron de hacernos reflexionar sobre la tierra mientras nos robaban sonrisas y el Ballet Folclórico Salamanca nos entrego los ritmos tradicionales de Bolivia para que todos bailemos.
Comimos, bailamos, cantamos y nos divertimos.
¿Qué más quieren de nosotros?
Si sólo somos niños.