18 diciembre, 2021
, Bachillerato Popular

LO ESENCIAL ES INVISIBLE AL ESTADO

En un barrio donde el 40% de la población adulta no pudo finalizar sus estudios, hace cinco años nos permitimos soñar con que cada año se gradúen más y más personas que, en la infancia o adolescencia, tuvimos que elegir entre estudiar o trabajar. Por eso, en el 2016 inauguramos el Bachillerato Popular Ernesto “Che” Guevara mediante la autogestión y la voluntad comunitaria, para que en la Villa 31 pudiéramos terminar la escuela secundaria.
En todo este tiempo, el Ministerio de Educación de la Ciudad parece que no nos vio, ¡y eso que tiene el edificio a unas cuadritas! Jamás se acercaron a preguntar qué nos falta para que nadie se quede sin poder estudiar, porque sin un espacio físico adecuado no podemos cubrir la demanda, y tampoco colaboraron con otros bachilleratos que dan lucha desde el barrio. ¡La educación para mayores de 18 años no la están contemplando!
Más allá de todo reclamo, hoy estamos celebrando que la cuarta camada de egresadas recibe su diploma de graduación. Eliana Sigh, una de las protagonistas, contó su experiencia: “‘Poderosa’ es una palabra fuerte y así me siento hoy. Llegué a la villa con la ilusión de cambiar mi vida, viviendo en una casa pequeña, con cortes de luz, a veces sin agua y con la cloaca rebalsada. Sin embargo, hoy cumplo un sueño que antes no se me pudo dar: me egreso del Bachi Popular”.
La pandemia profundizó las dificultades. Sin que nos bajen insumos como en cualquier otra escuela de la Ciudad, nos armamos con cuadernillos, barbijos y protocolos para no tener que interrumpir nuestras metas. Este año volvimos a la presencialidad y ahora estallamos de emoción al escuchar a nuestra referenta y egresada, Victoria Rodríguez: “Ya no soy la misma de antes. Hoy me doy cuenta que puedo ser parte de cambiar las cosas, de discutir y de sumar propuestas para transformar nuestra realidad. Esto no es el final, sigamos creciendo y construyendo”
¿Es tarde para estudiar?
Miren el orgullo y la alegría que capturamos, y dígannos si no vale la pena luchar.