Se arma la ronda en Bajo Yapeyú, y uno a uno van llegando más y más compañeros, compañeritos, compañerazos. Cada vez son más las caras y sonrisas que se suman a las ganas de todos los que nos disponemos a escucharnos día a día para aprender a enseñar, porque en el Bajo todas las voces suenan fuerte y se respetan. No hace falta ser alto para echar a volar ideas.
Así nació la propuesta de ponerle nombre al espacio que hace más de un mes venimos disfrutando y construyendo, con las gambetas y los pases del Fútbol Popular, mientras sumamos amigos y potenciamos nuestra creatividad en el taller de Recreación Popular; esa fuente de risas que todos los martes se inunda de esperanzas y empapa de certezas al que se anima a mirar.
Arrancamos de la mano de un tímido silencio, y la mirada cómplice no se hizo esperar. Entre sonrisas y cachetes sonrojados que denunciaban algo de vergüenza, los primeros nombres empezaron a sonar. Unos gustaron un poco, y otros un poco más, entre algunas alocadas sugerencias que provocaron carcajadas unánimes y la desinhibición de todos. De repente, entre las voces, tímidamente, se escuchó… “El Campito de todos… Porque jugamos todos… ¿No?”. El nombre, o su irrefutable justificación, sembró el silencio otra vez. Nos dejó a todos callados, pensando, mirándonos y mirándonos, otra vez, pero el vacío de palabras no era incertidumbre. Se trataba de un envión, para disparar el primer “Sí”, que sonó fuerte y seguro. Sin esperar, se escuchó otro más y uno más, que hizo eco en todos, hasta detonar un aplauso grande, que ofició de abrazo para despedirnos, por un rato solamente, porque nadie se quiere perder el próximo martes, en el “Campito de todos”… Porque jugamos todos… ¿No?
vevos altos wuachos
espero lo mejor pa todos los wuachos
se vemos
IO KIKO
DE YAPEYU