El clan Bussi, hace algunas semanas se indignaba sin vergüenza ante los medios de comunicación por el fallo en contra del genocida, general retirado y ex gobernador en democracia, Antonio Domingo Bussi. Paradójicamente, es esa misma familia la que pocos días antes no se ruborizaba al organizar para los sectores marginados un bingo del Día del Niño, cuando, en 1976, su patriarca se encargaba de organizar el secuestro, la tortura y el asesinato de Ana María Sosa, justo el día en que ella compartía el mismo festejo junto a los trabajadores del Ingenio Concepción. Ratificada hace pocas horas su prisión perpetua domiciliaria, este nefasto personaje podrá perdurar el resto de sus seniles días en su hogar de un “country” de Yerba Buena, desde donde tiene la posibilidad de seguir siendo la cabeza de eventos asistencialistas en los que todos los días se juega a la lotería con la vida de los niños, para seguir matando, ahora con el arma de la exclusión y desde la comodidad de su sillón.
En el mismo barrio, a poca distancia de esa estática prisión de juguete, muchos vecinos hemos decidido organizarnos y poner en marcha el mejor plan de lucha contra cualquier opresión: el trabajo colectivo. Enfrentando los incentivos materiales que buscan engrosar una plataforma partidaria fuedal, la poderosa cooperativa de alimentos generará en Yerba Buena un ingreso para el barrio desde el barrio, fortaleciendo el poder popular y combatiendo el asistencialismo que lo desnutre. Pero la pelota también sigue en juego, porque el Fútbol Popular así lo consensuó. Los pibes no son ajenos a la participación y también se mueven, se conocen y piensan el barrio que quieren construir, a través del deporte.
Hace poco más de diez años, Bussi, responsable por la desaparición de más de seiscientas personas, fue elegido gobernador de la provincia de Tucumán. Por eso, desde La Poderosa le decimos nunca más al olvido de la necesidad de que todos juntos pensemos qué queremos para nuestros barrios, y que nadie lo pueda decidir desde afuera. Desde La Poderosa lo pensamos y trabajamos por más iniciativas cooperativas y populares. Poder sin pueblo, nunca más.