Demoliendo teles, sin fiscales divinos, ni catedráticos éticos, ni magistrados capaces de discernir entre los fármacos del bien y los fármacos del mal, elegimos salir en busca de su voz, una vez más. Hastiados de promesas sobre el bidet y de los que nos siguen pegando abajo, le golpeamos la puerta a Dios, que no atiende en ningún mostrador, ni da para recibir. Simplemente, da. Detrás de las paredes que ayer se han levantado, Charly García se zambulle en nuestra cultura villera, que reclamaba escucharlo cantar, sólo un poquito nomás, para ponerle la tapa a los tribunales de la moral. Apagá el televisor. Si lo que te gusta es gritar, desconectá el cable del parlante. Y say no more…

Ya somos 10 mil, revolucionarios. Nosotros, los ejemplares de La Garganta Poderosa, los gritos de la cultura villera, los hijos impresos de nuestras asambleas populares. Sí, alcanzamos las cinco cifras en la edición de junio, por el motor impresionante de las cooperativas de distribución que están apuntalando a nuestra histórica cooperativa de comunicación popular. Y, cerca de la revolución, cuándo no, emerge su voz. Say no more.

Hace sólo seis meses, las villas históricamente apaleadas, por la exclusión, la pobreza y los mismísimos palos de toda la vida, alzamos nuestros brazos literarios para disparar desde nuestra trinchera de papel 3 mil balas de letras y fotos, que les hicieron temblar el culo a los soldados de la incomunicación. Y hoy, sin publicidad comercial, ni padrinos de la mafia, las Gargantas que gritan en la calle ya son 10 mil. Poco a poco, o mucho a mucho, vamos acercándonos a esa tirada masiva que imprimen la Caras (de culo), la Noticias (que mienten), la Gente (de mierda) y El Gráfico (que graficó la Dictadura). Pero por si algún sordo no quisiera oir, tremendo estallido, inmensa fuerza, zarpada utopía, en este sexto número se suma a nuestro grito, comiéndose la tapa, la garganta más poderosa del rock nacional.

A la vanguardia siempre de la resistencia cultural y artística, Charly García deja pasar las motos que van a mil, para detenerse en nuestras villas, a cantar por el poder popular, contra los dinosaurios de siempre, que nos prefieren drogados. Y en una charla inolvidable, yendo de la cama al living, en su propia casa, abre el alma para hablar de su futuro, de Cerati y de Cromañón, pero también para pintarles la cara, de contra, a todos los moralistas que se debaten entre las drogas buenas y las drogas malas. Desde bien adentro de la cultura villera, Charly responde por sí solo, como siempre. Y por todos, una vez más: “Say no drugs”.

Estuvimos mal y estuvimos solos. Pero no nos olvidamos de él, porque sabíamos que nos podía estimular. Y aquí estamos, los salieris de Charly, celebrando un nuevo golazo de La Garganta, que grito a grito empieza a ordenar el medio, con la ayuda de Sebastián Battaglia, que cuando no juega, lee, y cuando canta, canta con los pueblos lesionados: “Urbanización ya”.

¿More? Por la izquierda, allá, se manda también Aureliano Torres, el ciclón paraguayo, que se proyecta con un texto en guaraní, para decirle NO al referéndum de su país, que pone en duda el derecho al sufragio de los residentes en el extranjero. Y por si acaso, en este partido del pueblo exprimido contra el sistema exprimidor, oficia Víctor Hugo Morales como preparador físico, para ejercitarnos las neuronas con un inolvidable partido de ajedrez, que sirve de excusa para patear el tablero, por todos los peones, para que vuelen de una vez los monarcas del discurso hegemónico.

¿More? Toda una selección latinoamericana sale a la cancha con La Poderosa, para hacerle partido al gordo garca que todavía se cree el dueño de la pelota. Para que sople las 32 velitas del nuevo aniversario de su dictadura al frente de la AFA, los villeros le regalamos a Julio Humberto Grondona, una preciosa investigación, con la mirada de Alejandro Fabbri, Ezequiel Fernández Moores, Román Iucht, Ramiro Sánchez Ordoñez y otros compañeros que han tenido el tupé de cuestionar su tiranía. Y ahí nomás, desde las prisiones de máxima seguridad, se fugan cartas que hablan de libertad, en nuestro correo de lectores para que se escuchen las voces que ningún par de esposas ha logrado detener.

¿More? A poco de una elección vital o terminal para las villas, decidimos abocar los mensajes que atraviesan nuestra revista a la concientización necesaria para no recaer en la fiebre amarilla. Sin posiciones, ni imposiciones partidarias, La Garganta grita: ¡Macri no! Por eso, la numeración de las páginas corea la cuenta regresiva de su gestión, mientras las firmas lo rajan a patadas en el culo. Y en los cintillos, artistas, deportistas y periodistas acompañan la manifestación de todos los villeros que, en estos cuatro años, no hemos sido bienvenidos en la Ciudad.

¿More? HIJOS siempre, de las Madres, siempre, abrazamos a Hebe, siempre, mientras Taty Almeida teje conciencia junto a la cooperativa de tejido de la Villa 31 bis, “Manos Poderosas”. Porque ante quienes pretenden deshilachar a los Derechos Humanos, enhebramos la unidad, luchando por la memoria, la justicia y la verdad. Una locura esta sexta edición de La Garganta, una locura que jamás enfermará de cordura. Y por eso, ofrece textos firmados por René Houseman y tres periodistas del Borda, que no votarían a Mauricio, ¡ni locos! Junto a ellos, viajamos también a la Isla Del Sel, que de bonita, no tiene nada.

¿More? Con cultura y con ciencia, conciencia y con cultura, va un lindo homenaje de Carlitos Belloso, el Vasquito, actor y veterano de Malvinas, para los pibes caídos, 29 años después del final de aquella guerra que los genocidas declararon contra la juventud argentina. Y justamente para no olvidar, te contamos la Historia Viva de la Villa 31, donde hoy, como ayer, manda Mugica, un eterno referente de nuestra lucha, como el poeta y militante Roberto Santoro, 34 años omnipresente y presente también en nuestras páginas, de la mano de su amigo y compañero dibujante, Pedro Gaeta.

¿More? Duro de domar y cada día más grande, Kiki se encuentra con otro gigante, el Mini, para hacer apología de la pequeñez. Y en un nuevo nacimiento del Che, brotan sus sueños desde 10 mil pósters, pero también desde nuestros focos de La Poderosa, que se van alumbrando con luz propia.

Desde mañana, en las calles, tenés diez mil motivos para conseguir el sexto número de La Garganta Poderosa. Pronto, sin dudas, serán 30 mil, revolucionarios. Say no more.

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