7 octubre, 2012
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La nave del olvido

Rodrigo Bueno – Costanera Sur

Zapatos embarrados, volvemos, esquivando charcos. No es La nave del olvido, pero el título de ese temón de La Renga, bien podría parafrasear la realidad que nos presenta nuestro barrio por estos días. Aparentemente, a los funcionarios del Pro no les interesa demasiado asfaltar la Rodrigo Bueno, o tal vez la restricción de entrada de materiales también afecte las “buenas intenciones” del macrismo. Seguramente, estarán atados de pies y manos para impedir que ese lodazal emplazado sobre una de las márgenes de nuestro barrio, siga creciendo y contaminándonos. Quizá, se trate de una misión imposible verlo, cruzarlo, olerlo, sentirlo. Pero los pibes que vamos a estudiar y los mayores que salimos a trabajar, podríamos desmentirlo, porque pasamos sobre él cotidianamente. Así, nos exponemos todos los días, no sólo al desgaste de nuestra ropa, que también nos cuesta, sino sobre todo al desgaste de nuestra salud por los tóxicos que respiramos. Huele feo, la verdad, casi tanto como las promesas incumplidas del Gobierno de la Ciudad.

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