Revolviendo la masacre del último Golpe de Estado, en la asamblea juelleña nos quedamos helados. Porque el cinismo de Carlos Blaquier, se replica por doquier. El 24 de marzo del ‘76, fueron secuestrados 29 trabajadores de la mina El Aguilar, por la Gendarmería Nacional y la Policía local. Pues tres años antes, habían realizado “El Aguilarazo” a la patronal, por una mejora salarial. Y en 1978 fueron puestos en libertad, pero no corrió la misma suerte Avelino Bazán. Líder jujeño del pueblo obrero que jamás se dio por vencido, aún permanece desaparecido… A 37 años, la impunidad sigue brillando en El Aguilar, pero ya se vino la noche para Ledesma y, tarde o temprano, también le va a tocar. Porque su complicidad con la dictadura fue igual o peor: aportó las camionetas para llevar a los secuestrados, encadenados, al penal de San Salvador.
7 abril, 2013
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Una mina que maltrata a todos los hombres
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