Por René Houseman.
Luego de un primer tiempo en el que no jugamos nada bien, con las líneas demasiado separadas y las individualidades un tanto imprecisas, la imagen que me queda del partido es positiva, porque el técnico supo leer esas dificultades del arranque e hizo dos cambios que transformaron la cara al equipo. Si bien no ganamos por una diferencia abultada, se pasó el primer examen con una victoria, que es lo más importante. Y más allá de algún susto sobre el final, terminamos ganando merecidamente.
¿Lío? Lío es un monstruo, porque si tuvo un flojo nivel en la primera etapa, mucho tuvo que ver la falta de compañía. Ya con el ingreso de Higuaín para poder asistirlo, más la ayuda de Gago para no tener que bajar tanto a recibir la pelota, pudo explotar su potencial. Con poco, le sobró para volver a demostrar que es un fenómeno. Y por suerte, no lo lastimaron.
Por eso, en líneas generales, me voy conforme, viejo. ¿Ustedes no? Debutar en una Copa del Mundo no es nada fácil, y entonces esta victoria debe tener un doble significado para los argentinos, que hoy no le debemos pedir más a este equipo. Sin dudas, el nivel irá en ascenso, pero por favor no seamos exitistas, ni reclamemos que haya una goleada en cada partido jugado… Por ser el primero, yo me voy contento e ilusionado.
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