Cuando le tiraron un par de huevazos a Cavallo, para interrumpir su cátedra de petulancia y cinismo, terminamos discutiendo sobre la intolerancia y el revanchismo. Ahora, si resulta ser un trabajador el receptor de la huevada que cae, entonces discutimos su currículum vitae… Ojalá puedan meditar, los francotiradores de Recoleta. Y ojalá puedan acercar sus huevos hasta los comedores o merenderos de Zavaleta. Eso sí, que lleguen enteros, sin ninguna grieta.
31 enero, 2016
                , 
Huevones
Relacionadas
                                                                
                                                                 JOSE LUIS CABEZAS                                                                
																
															
                                    25 enero, 2024
                                                
												




