Hoy queremos saludar la coherencia inquebrantable de todas esas gargantas silenciosas que callaron la desaparición forzada de Facundo Rivera Alegre, la búsqueda eterna de Luciano Arruga y el asesinato cobarde de Kevin, porque ayer nos demostraron que sus convicciones persisten en este gobierno, como en todos los anteriores, con la solidez de una roca: balearon nenes en Bajo Flores y, otra vez, cerraron la boca.
2 febrero, 2016
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Miseria apartidaria
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