Con perversa seguridad, Ritondo deduce que cuando hablamos de “entrar a las villas”, todos pensamos en allanamientos y detenciones, pero acá seguimos esperando la entrada de camiones con los materiales retroactivos de los presupuestos para villas que jamás aparecieron: en vez de contar operativos, contanos cuántas casas hicieron.
22 mayo, 2016
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