Hace 50 años, la Policía de Juan Carlos Onganía irrumpía en 5 universidades, apaleando todas las libertades que latían en el corazón de los dirigentes, estudiantes y docentes que se resistían a la intervención. Hoy, ahora, en esta noche de tragos amargos, a la sombra de bastones largos, sería inadmisible olvidarlos, como si no estuvieran presentes. Y sí, sería posible recordarlos de maneras diferentes, con infinitas reseñas desde el respeto.
Ninguna de todas ésas, incluye a Peña Nieto.