*Por la asamblea de La Poderosa Salta.
Con todas las ganas de hacerse escuchar, el lunes 1 de agosto manteros y vendedores ambulantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular marcharon por las calles de Salta para pedir que los dejen laburar en paz. Sin embargo, fue ahí cuando entró la mano sucia de la policía en el escenario: reprimieron con toda la impunidad que el código “antipiquetes” les permite implementar y se llevaron a once compañeros y compañeras presos. Esta fue la única y cruda respuesta por parte de los funcionarios municipales, quienes además de hacer oídos sordos a los reclamos, acusaban a los trabajadores de violentos, intentando justificar su accionar represivo.
Pasaron las horas y desde adentro nos decían que los maltrataban y les faltaba comida. Así fue que integrantes de la CTEP se encadenaron para exigir la libertad de sus once compañeros. Y así también desde la asamblea decidimos salir a la calle, desde esa furia de los pobres, desde esa furia pensativa como dice Freddy Flores, referente de la Agrupación de Carreros Salteños: “Somos pobres, pero no violentos”. Se cortó una de las avenidas más transitadas de la capital salteña a pasos del centro cívico municipal, para visibilizar nuestro reclamo y que todos sepan por qué gritamos.
Sólo así, tras casi 4 horas de esperar una respuesta, finalmente Freddy, a viva voz, gritó que desde la fiscalía habían anunciado la liberación. Entre aplausos y abrazos de alegría nos fuimos a nuestras casas, dejando atrás a los policías que nos filmaban con sus cámaras, esas que siempre apuntan contra los mismos, contra nosotros.
Ahora, la lucha sigue.
Y que quede bien claro… Los once compañeros fueron liberados ¡porque trabajar en la calle no es delito!