11 noviembre, 2016
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Recorte y encierro

El pasado miércoles, estudiantes del Departamento de Humanidades de la Universidad de La Rioja se dirigieron a la oficina del rector Fabián Calderón. Después de una larga asamblea que duró cerca de cinco horas, los alumnos querían discutir con la máxima autoridad de la casa de estudios, para pedir la anulación del convenio firmado por la decana y el profesorado, que degrada la calidad académica e impone un drástico recorte presupuestario.

 

Una vez allí, el secretario privado del rector les comunicó que no los iba a atender y que el acuerdo no iba a ser anulado. Al escuchar esto, los estudiantes decidieron permanecer en el rectorado hasta que los recibiera el mismo Calderón en persona.  Al cabo de un tiempo, al ver gente en el hall de entrada decidieron bajar en donde pudieron dialogar con el rector, que les respondía con indiferencia.
Al terminar la reunión se dirigieron  a las puertas, pero no pudieron  salir porque la fuerza policial bloqueaba todas las salidas, y les comunicaron que no podían retirase a pesar que ellos no tenían una orden judicial.

 

 

Cuando la secretaria técnica del rector decidió abrir una puerta traerá los policías corrieron, empujaron y golpearon para impedir el paso. Tras una hora de ser privados de su libertad por la Policía Federal, los dejaron ir.

 

Esta situación lejos de hacer callar a los estudiantes provocó que se sigan organizando para encontrar solución y que la universidad por la que tanto lucharon sea realmente democrática.  Es por eso que se llama para hoy viernes desde las 18:00 en adelante a la asamblea general de alumnos, en el hall del quinto módulo. La lucha estudiantil continúa.

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