Ahora que siembran palazos a granel, ahora que faltan abrazos de Fidel, ahora que la zozobra acecha, ahora que nos sobra tanta derecha, ahora que callan la violencia estatal, ahora que grita la emergencia social, ahora que la opresión se viste de cortesía, ¡una contrarrevolución de la alegría! Ni prohibiendo los sueños, ni con todo lo que han hecho, nos han podido vencer sus grises: seguimos siendo dueños de nuestro derecho a ser felices. Y si bien estamos padeciendo las hipotecas de sus políticas clientelares, también continuamos abriendo bibliotecas populares. Pues a contramano, a contraluz y a contrasoja, alguien nos dio una mano encediéndonos la luz roja: ni trueque, ni banco, nuestro único Cheque en Blanco ha sido un programa radial, que difundió cada semana nuestro grito audiovisual. ¡Vamos a evitar que se pierda! No sin antes cerrar este año de mierda, festejando a toda orquesta, con una fiesta detrás de los televisores en el gran Teatro de Flores, donde los libros de la gente funcionarán como entrada, sin pagar absolutamente nada. ¿Querés tu invitación? Escribí a fiestapoderosa@gmail.com. Y si alguno pretende insinuar, que nosotros no debiéramos festejar, tirale con la prosa feminista de una poderosa activista que nos ha enseñado a luchar, sin dejarnos atrapar por la tristeza:
Si tu revolución no me deja bailar,
tu revolución no me interesa.