Hoy se prendió fuego a lo bonzo el teléfono de Alfonso, entre miles de lágrimas sentidas por tantas grandes medidas, osadas y trascendentales. Eso sí, todas, todas, llamadas internacionales.
Hoy se prendió fuego a lo bonzo el teléfono de Alfonso, entre miles de lágrimas sentidas por tantas grandes medidas, osadas y trascendentales. Eso sí, todas, todas, llamadas internacionales.